Sabiendo que ellos también serían asesinados, cavaron un túnel en un pozo y escaparon. Once de ellos lograron sobrevivir a la guerra.
Ese túnel fue redescubierto en el bosque Ponar de Lituania por un equipo de
investigación que utilizó un sistema de exploración de tierra para trazar el
túnel.
La ubicación exacta del túnel se había perdido hacia el final de la guerra, pero el equipo internacional compuesto por la Autoridad de Antigüedades de Israel e investigadores de EE.UU., Canadá y Lituania, lograron localizarlo.
El grupo utilizó un sistema de
tomografía de resistividad eléctrica, que también se emplea en la exploración
de petróleo, con el fin de preservar cualquier resto de seres humanos que se
encuentre en el lugar.
"Deseo
de vivir"
El bosque Ponar, conocido ahora como
Paneriai, se ubica en las afueras de la capital de Lituania, Vilnius, y era una
región habitada por personas de religión judía, antes del estallido de la
guerra.
Pero
bajo la ocupación nazi, fosas
comunes fueron cavadas en el bosque para esconder los cuerpos de hasta 100.000
personas, incluyendo 70.000 judíos asesinados durante el Holocausto.
Obligaron a unos 80 prisioneros del campo de concentración de Stutthof, Polonia, con sus piernas encadenadas, a desenterrar cuerpos y quemarlos.
Ellos
eran llamados Leichenkommando (unidad de cadáver), pero más tarde se los conoció como la "Brigada
de fuego".
Cuentan que un preso de la brigada
incluso identificó a su esposa y sus dos hermanas entre los cuerpos.
Una noche en una de las fosas donde
habían sido enterrados los cuerpos, los prisioneros comenzaron a cavar un
túnel.
En la
noche del 15 de abril de 1944, 40 hombres hicieron su intento de fuga a través del túnel de 0,18 metros cuadrados.
Pero los guardias escucharon el ruido y lograron recapturar a varios ellos. Otros fueron asesinados. Pero 12 lograron escapar. Once de ellos sobrevivieron a la guerra para contar su historia.
Jon
Seligman, de la Autoridad de Antigüedades de Israel, dijo que rompió en llanto
al descubrir el túnel. Y lo describió como un "reconfortante testigo de la victoria de la esperanza
sobre la desesperación".
"El
túnel es una muestra de que incluso en momentos tan oscuros, aún hay deseo de
vivir", dijo a la agencia AP.
El
arqueólogo Richard Freund, también del equipo de investigación, le dijo a TheNew York Times que
Ponar era una "zona cero para el Holocausto", una evidencia de los
sistemáticos asesinatos antes de que los nazis comenzaran a usar cámaras de
gas.